miércoles, 22 de mayo de 2013

El mito del hombre lobo


El mito del hombre lobo nace cuando el ser "humano", el homínido que desarrolla una inteligencia diferente - que no necesariamente superior - al resto de los animales, engendra un sentimiento diferenciado del instinto de aparearse simplemente y, más tarde, atracción sexual lujuriosa y placentera. Este sentimiento es el amor.
El mito del hombre lobo se incuba entre los recovecos de las lorzas del cerebro de los hombres debido a esa necesidad de unión carnal mezclada con raras sensaciones incomprendidas, que hacen que aparezca un deseo que, en muchos casos, es irrefrenable, imparable, doloroso, también plácido, reemplazador de penas y forjador de ilusiones que llegan a transformar de forma anímica la conducta de quien es poseedor de tal sentimiento. Sentimiento que, raro ser (humano) se libra de él, aunque no es igual de intenso ni se vive de la misma forma en uno que en otro. Así como no todos lo ven igual ni les llena, ni disfrutan, ni se extasían  ante una montaña, divisando una monótona llanura u observando unas ruinas que otrora fueron bellas edificaciones. El sentimiento del amor es distinto tanto en calidad como en calidad para cada persona. Es lo mismo que ocurre con la felicidad: cada uno la experimenta de una forma diferente ante la misma situación, cosa o persona. La calidad y la cantidad de felicidad sentida va pareja a la calidad e intensidad del amor sentido.
Acerca del mito del licántropo u hombre lobo, nadie sabe ni puede dar pistas sobre el origen de este; ni grabados en piedra, ni papiros, ni pintadas en cuevas. Sin embargo y a mi modo de ver, este mito nace en el momento en que el hombre toma conciencia de que piensa y que, mediante y ayudado por este pensamiento, puede recrearse en fantasías que le acomodan a actos que que otra forma no tendría sentido.
El ser humano mata a su semejante desde tiempos ancestrales cuando nota que siente cierto placer. Pudo empezar cuando comenzó a cultivar un sentimiento llamado odio y notó un cierto alivio ante la venganza. Lo más a mano que tenía para el camuflaje eran perros y lobos.
Pero, ¿porqué lo relaciono con el amor?

CONTINUARÉ