Me vas a dar un poco de envidia el saber que andarás por tierras sorianas. Supongo que ya habrás consultado guías y folletos, pero no obstante te voy a dar unos datos de algunos lugares, por si acaso.
Desde luego que no te puedes perder el Cañón del rio Lobos. Sus altos paredones lechosos llenos de agujeros y oquedades forjados por el discurrir de las aguas a lo largo de los milenios, tienen poco parangón en el resto del universo. Es su cantidad lo que más impresiona.
Te aconsejo que no llegues al mágico lugar de la ermita templaria frente a una sorprendente cueva que asemeja una gótica catedral y acabes el recorrido. Sigue adelante bordeando el río y si no lo han estropeado, que no creo, iras por lugares en donde, si no hay gente, pensarás en cuentos de hadas sobre todo cuando llegues a unos suaves meandros en que el agua es clara pero el fondo aparece obscuro, como si no existiera. El agua corre sin apenas hacer ondas su superficie, pero notas que fluye ligera y sin embargo, encontrarás muchos, grandes y preciosos nenúfares amarillos flotando. Es un raro lugar, al menos lo fue para mi que en dos ocasiones lo visité en solitario ( la compañia, no me siguió ).
Alli mismo observé otra rareza que nadie mira con la debida admiración. La encontrarás al poco de iniciar el cañón , antes de llegar a la ermita, a mano derecha según avanzas cerca del rio que, aquí y desde su nacimiento que pronto veremos pasa a ser llamado de Ucero.
El rio Lobos tropieza con una pared vertical en forma de ángulo curvilíneo y a partir de este punto toma el nombre de Ucero. ¿ Porqué ¿. ¿ Es por adoptar el nombre del pueblo próximo que lo acoge o viceversa ¿. No. Es porque de una gran boca que no llegamos a ver, aflora un nuevo curso de agua y no se sabe porqué, si decisión política, popular o geológ¡ca, el mítico rio Lobos pasa a ser afluente del nuevo Ucero.
El Burgo de Osma fue en un principio, como bien indica su nombre, una especie de lugar de veraneo o sitio de vigilancia por parte de los nobles medievales de territorios de su jurisdicción, dependiente de un municipio más importante: Osma.
Pero allí se asentó un monasterio y les dio también por instalarse comerciantes con mercancías innovadoras así como diversiones de modos más elegantes que lo habitual de la época. Lugar este también mágico si es bien observado. Una calle con un empaque poco común para un pueblo que no pierde su carácter de siempre que aboca en una plaza con el sabor más medieval que podamos encontrar. Soportales, balcones de madera, fachadas de ladrillo con sus entramados.
Y flanqueando este éxtasis placentero ( de plaza ), aparece la fachada de catedral a la sombra de su descomunal torre campanario. Dentro, varios estilos nos asombrararán y entrar en detalles es cosa ya de ir a libros. Un sarcófago del santo titular, románico, policromado como pocos quedan hoy en día. Otro románico cristo del que hay mucho que hablar con un gallo y una calavera a sus pies…y el Beato, que después del de Liébana, es el más importante del mundo. Allí está a la vista tras gruesos cristales blindados y un servicio de alarmas como si del “ Estrella de Africa “ se tratara.
Los castillos de Berlanga de Duero, de Gormaz. Las iglesias románicas dispersadas por aldeas ancladas en antiguos tiempos como las de Caltojar, Lumias ( esta aldea es ya el colmo de lo inesperado ), Caracena ( en la plana cumbre, entre dos dos cortados tenemos otros espectacular castillo. Liceras nos deja entrar entre unas raras torres. Tiermes tiene, aparte de su bella iglesia románica, una de las más importantes ciudades excavadas en la roca producto de pueblos autóctonos ( arévacos ) que tras ser vilmente masacrados por los romanos, dejaron estos al menos, sus temerosas murallas y cubos de varios metros de espesor. No se fiaban de la bravura de los pueblos sometidos cuando estos lo eran cobardemente engañados.
Me dejo muchos lugares de estos que llaman mágicos y la verdad es que magos, puede que no existan , pero lugares con magia, por supuesto.
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