Lugares mágicos

El torcal de Antequera

Para visitar de forma más o menos aproximada este laberíntico lugar, hay dos caminos señalizados, porque si no fuera así, de seguro que te extravías. Y no te digo nada si cae un poco la niebla, fenómeno que sucede no en raras ocasiones.
Uno, se recorre en un par de horas y el otro te indica que necesitarás tres o cuatro, no recuerdo. Yo escogí el largo y lo convertí en un paseo de siete horas. Me embeleso....jaja. Recuerdo cuando lo ataqué por primera vez con la que fue mi mujer y de la explanada no pasamos. También es verdad que era tarde ya.
Hace falta tener poca imaginación para que en este lugar no asomen fantasías materiales. Quienes hayan visto peliculas del tipo Conan, de celtas y druidas, del Señor de los anillos y sobre todo, El Laberinto de Bowie, se darán cuenta que los directores y productoresde estas, se dieron un garbeo por aquí y aun así, no pudieron plasmar en sus maquetas, tanta mareante y mágica fantasia.


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                                                        Congosto de Ventamillo

En el horizonte, el rio se encaja entre verticales paredones y solamente lo avistaremos arriesgando el físico por una vereda excavada en la roca hace más de ochocientos años. Al final del camino, este se convierte en puente medieval que, con vértigo de muchos metros de altura, sortea el Esera. El rio de aguas color turquesa.
Es el puente del Diablo que tiene, aparte de su propia leyenda, otra añadida a mi experiencia:
Caminé sobre este puente hace dos años y hace todavia muchos más, vi en la tele un episodio de una serie española que relataba a modo de pelicula - teatro, episodios de leyendas medievales.
Apareció a todo galope un jinete con capa sobre un blanco caballo cruzando el puente que, aparecia casi irreal colgado entre formidables paredones roqueros. Nada habia al otro lado más que de nuevo pétreas verticales, pero el jinete, con su caballo, apareció de pronto ante la puerta de un fabuloso castillo.
No sólo me impresionó la imagen, si no que me espoleó la curiosidad de saber en que lugar de España se encontraba este sitio, pues sabia que se trataba de la península. Por intuición, pues no vi luego en las credenciales que así lo indicara.
Años más tarde descubrí el castillo y me sorprendió que nada tuviera que ver con el puente, pues este no aparecia por sitio alguno, ni frente al castillo ni por los alrededores. Era el castillo de Mombeltran, iniciando el puerto del Pico en la provincia de Avila.

                                                           Castillo de Mombeltrán


Al cabo de unos años pasamos por el congosto de Ventamillo, en Huesca y me daba que ese puente se encontraba allí escondido, pero era imposible verlo.
Luego, al cabo de otros años, recorrí de nuevo el congosto y nada, pero yo estaba seguro que se encontraba en ese lugar y no se porqué razón en realidad.
En ese mismo año volví a repasar el congosto y me dió por detener el coche en un pequeño espacio que habia a la entrada de un túnel. Sabia que el rio andaba por allí abajo siendo delatado por el rugir de sus aguas, pero no lo veia. Hasta que tras atravesar unas enmarañadas zarzas y matojos, apareció un camino excavado en la roca. Seguí por él y cual no fue mi extraordinaria sorpresa cuando casi de súbito, apareció una mágica construcción que salvaba a gran altura, las aguas turquesa del Esera.
Era mi puente.

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                                                         Obelisco cerca de mi pueblo