lunes, 26 de septiembre de 2011

" Resabiao ", el toro mago




Recordareis con agrado el simpático toro indultado, " Tarimo " (dialogo en la dehesa) que hablaba con su amigo sobre la experiencia vivida en el ruedo de la tortura despiadada y vejatoria. Sus heridas se habian cicatrizado sin dejar rastro en tiempo record así como su marca identificadora.
Sin el menor miramiento, el ganadero, mareado despues de tantear una vaquilla loca y una botella de "La Ina", tomó una determinación; "Tarimo" vuelve al ruedo.
La plaza a rebosar con público y gestos para todos los gustos. Los trajes regionales sin venir a cuento que no falten. Los cigarros puros bien gordos en caras rojas y labios babeantes, que tampoco falten. Caras espectantes que reflejan avidez de emociones en una sola dirección: Disfrutar con la tortura del animal a través de varios actos como si se tratara de una obra teatral.
Curiosamente tambien hay jovenes parejas que, bajo el arrullo de los mugidos lastimeros e imploradores que se traduncen en un ¡¿..y porquéééé?!, se manosean hasta llegar al extásis dentro de la ignomínia y abstraimiento de los que les rodean.
Tambien hay niños a quienes sus padres les indican los lances del proceso y le hacen hincapié en los huevos que tienen los toreros al ponerse delante de bicharracos tan fieros,vengativos,traicioneros..uff. Y la verdad es que si tienen huevos los toreros,si. Y de hierro, porque muchos o todos se ponen cazoletas de ese metal (o de oro) para cubrir los escrotos que a su vez cubrian sus testiculos encogidos dentro de la pelvis.
Esa tarde era de esas grandes en que un mismo torero se carga tranquilamente seis MORLACOS,seis.
Y llegó la hora alucinante. "Resabiaó" ( este era su n uevo nombre ), nuestro "Tarimo", salió de los toriles lanzando vapor por las fosas nasales embalado hacia el"maestro", que era tambien el ganadero, el de la vaquilla y el fino"La Ina", que aguardaba de rodillas en el centro de la arena. Sus testículos inexplicablemente abandonaron escrotos y cazoleta y ascendieron hasta la tráquea impidiendo la respiración normal en un ser humano. Un murmullo abrumador y salvaje, mezcla de ¡Oh! viriles y gritos histéricos femeninos, se dejó oir a kilometros de distancia.
Se mascaba la tragedia evidente. ¡¿Y como era que ese toro salia a toda velocidad y tan entero si en los toriles varios desalmados le habian molido a palos las rodillas y los corvejones?!. El "maestro ganadero" quedó clavado al suelo no por valiente, si no porque el miedo le impidió todo movimiento.
Su expresión y visión era ridícula, patética, grotesca. De rodillas, inmóvil, con los bracitos hacia un lado sujentando la felpuda, sus ojos no tenian ya párpados por lo desmesurado de su órbita. Entre sus piernas se habia formado una figura circular indefinida, húmeda y su taleguilla habia cambiado de tono. Si su cazoleta era de hierro, seguro que el hollin haria pronto su aparición. Por detrás, venciendo el ajustamiento del pantalón, se adivinaban bultos escatológicos que tambien teñian la tela. ¿Qué seria aquella materia?, pues tengo entendido que no se alimentan de sólidos al menos duante tres dias antes de la corrida y lo hacen de sueros y vitaminas, por si acaso hay susto y se le ve salir la valentia por donde no debéria.
El brutal murmullo cedió casi de golpe y el silencio dolió. Fue todo al unísono. Fue al detenerse de repente y sin resbalar un centimetro "Tarimo" ante el torero ganadero, el de la vaquilla y el fino"La Ina". Silencio doloroso. Sol a plomo. Ligera brisa que movia la capa roja impoluta. No habia ruido circundante. Como fantasmas reencarnados y de forma muy lenta, fueron apareciendo por burladeros y portones, banderilleros, peones, picadores, monosabios...rodeando todos de lejos la escena.
El maestro ganadero, el de la vaquilla y el fino"La Ina", quedaba inmovil, mientras la pareja del manoseo ajena a todo y rodeada de piernas hieréticas, humedecian sus prendas de fluidos bien diferentes a los escretados por el EXECRABLE matador.
Nadie se movió. Nadie avanzó un solo paso. " Resabiaó " miró fijamente a los ojos ya ensangretados por el esfuerzo de permancer tan abiertos de su enemigo.
Y alli comenzó la faena. Todo el entusiasmado público pudo dar fe de ello. Pudo dar fe de lo acecido aunque muchos, muchos no pudieron contarlo de palabra pues quedaron mudos, con las leguas secas y retorcidas, tragadas a medias, ante el horror que en el centro del coliseo de arena dorada se desarrolló.
Tengo que respirar un poco y dar un margen de tiempo. Dentro de un par de dias más o menos os relataré lo nunca jamas visto y ni siquiera imaginado.

1 comentario:

  1. En vez de comentarnos la historia del toro "Resabiaó"o"Tarimo", en realidad da igual el nombre del digno animal, parece talmente "la crónica de una muerte anunciada" vista a través del Coliseo Romano, en vez de carne humana llevada literalmente al matadero frente a gentes ávidas de sangre y arena, aquí relatas lo poco que hemos cambiado los humanos, solo el anmal en sacrifico, hombre por toro. Lo personajes del estrado no han cambiado, los avaros, los cretinos, los insustanciales acariciando mientras corre la sangre,los padres inmersos en la gran "educación de que gane el más fuerte" (solo se les olvida comentar a los pequeños, que en estos casos el toro no lleva espada, ni pica, ni banderillas, ni estoque).
    Nada cambia, nada aprendemos, la historia esta ahí, pero....pasamos de ella y volvemos a dejar de lado la compasión, la bondad, el libre albedrío de cualquier animal, para saciar una vez más el apetito de la masa por la sangre que se derrama.
    Sin darse cuenta cada país elimina a su forma la vida animal, no importa el método...el caso es acabar con algún ser,sea de dos o cuatro patas, así se justifica según "lo políticamente correcto" o "se pasa por el forro literalmente las normas de la simple decencia", en arras de matar con justificación.
    Esperaremos tu próximo texto para acabar con la historia del hermoso toro "Resabió", aunque ya me la imagino, y eso que no me considero experta en artes taurinas ni lo he deseado nunca.
    Alabo la forma de tu narración de los hechos, aunque realmente he de ser sincera lo que más me gusta es saber el miedo y la angustia que padecen los "enemigos" del pobre bicho.

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